Dormir bien también se entrena: cómo mejorar el descanso para rendir más como deportista

Trinityycoach

11/7/20252 min read

Descubre por qué la calidad del sueño puede ser el factor olvidado que limita tu progreso, tu fuerza y tu recuperación.

En esta entrega de RENDIMIENTO SIN MITOS, hablamos de un pilar que muchos pasan por alto: el descanso real. No el de “dormir ocho horas” sin más, sino el de crear un entorno que permita al cuerpo recuperarse de verdad. Porque sin descanso, no hay adaptación. Sin recuperación, no hay progreso

La semana pasada no entrené absolutamente nada.

Ni comí perfecto.

Y tenía el cortisol por las nubes.

Pero aprendí algo importante sobre el descanso y lo que realmente significa cuidarse.

Operaron a mi padre y pasé cuatro noches acompañándole en el hospital: Entre luces, ruido y enfermeras entrando cada dos por tres, lo que más me sorprendió fue una tontería: dormí mejor de lo que esperaba.

No fue por estar tranquilo (créeme, no lo estaba), sino porque me tocó una cama medio decente. Se me salían los pies, pero al menos no era un sillón de esos donde dormir es una tarea imposible.

Y ahí me vino a la cabeza algo que repito a menudo a mis deportistas: No puedes pedirle rendimiento a un cuerpo que no descansa.

Nos obsesionamos con los suplementos, la comida postentreno o el ejercicio perfecto… y luego dormimos sobre un colchón que parece un trampolín viejo y una almohada que ya tiene más memoria que nuestro propio cuerpo.

El descanso no se arregla solo durmiendo más horas. Se construye con coherencia y con un entorno adecuado: una superficie cómoda, temperatura estable, oscuridad total, rutina constante y un ritual previo al sueño que indique al cuerpo que es momento de desconectar.

Dormir bien no es un lujo, es una estrategia. Y si quieres rendir más, mejorar tu físico o simplemente sentirte mejor cada día, empieza por ahí.

Cuida tu descanso con la misma disciplina con la que entrenas. Tu cuerpo no solo lo agradecerá: te lo devolverá en resultados.

Si te interesa aprender cómo optimizar tu descanso y rendimiento, descubre más artículos en mi web o suscríbete a RENDIMIENTO SIN MITOS para recibir consejos aplicables cada semana.

Dormir mal no es solo una molestia:

  • reduce tu capacidad de recuperación muscular,

  • altera tus hormonas del apetito y del estrés,

  • y limita tu rendimiento físico y mental.

Por eso, cuando alguien me dice: “Duermo fatal, pero ya me acostumbraré”, pienso siempre lo mismo: acostumbrarse al mal descanso es normalizar el cansancio crónico.

Y no hay nada más limitante (ni para tu rendimiento ni para tu salud) que eso.

Así que si te levantas sin energía, con rigidez cervical o sensación de no haber descansado, antes de culpar al entrenamiento o al estrés, pregúntate algo básico: ¿Estás durmiendo bien, o simplemente durmiendo?

Porque a veces la diferencia entre progresar o estancarte no está en el gimnasio, sino en el colchón donde te tiras después.

Te lo dice alguien que lleva años enseñando cómo rendir más… y que acaba de recordar, desde una habitación de hospital, que cuidar el descanso también es entrenar.