Cómo mejorar tu velocidad como deportista: las 3 claves que realmente marcan la diferencia

Trinityycoach

9/17/20252 min read

Descubre por qué no basta con hacer más gimnasio o sprints, y aprende qué factores están frenando tu explosividad en el deporte

En esta entrega de RENDIMIENTO SIN MITOS, hablamos de uno de los temas que más preocupa a los deportistas: cómo entrenar la velocidad multidireccional sin estancarse. La mayoría piensa que la solución está en más pesas o más series de sprint, pero la realidad es distinta. Si quieres ganar explosividad, acelerar más rápido y moverte con agilidad en todas direcciones, primero debes entender qué te está limitando.

¿Qué frena tu velocidad en el deporte?

Muchos atletas que me escriben creen que necesitan más gimnasio o más entrenamiento de carrera. La verdad es que eso es solo una parte del puzle. Antes de mejorar la velocidad, necesitas identificar los factores que te están reteniendo. Estos son los tres más importantes:

1. Biomecánica: la base de todo

La velocidad no depende solo de cuántas zancadas das, sino de cómo colocas tu cuerpo para moverte. Errores en la postura, en la alineación o en los patrones de movimiento hacen que tu cuerpo funcione como un coche con las ruedas mal alineadas: gastas más energía y avanzas más lento, aunque aprietes el acelerador.

2. Fuerza y Potencia: tu motor real

Sin fuerza, no hay velocidad. Necesitas un cuerpo capaz de mantener buenas posiciones y generar aceleración real. Imagina un motor pequeño en un chasis enorme: funciona, pero no compite al máximo nivel. Aquí entra el trabajo de fuerza bien estructurado, que no se trata solo de levantar pesado, sino de aplicar cargas y ejercicios que mejoren tu capacidad de sprintar y cambiar de dirección.

Si quieres dejar de estancarte y empezar a moverte más rápido, este es el momento. La velocidad no es un privilegio, es una habilidad que se entrena.


👉 Descubre el programa completo aquí:
Trinity Method: Atleta Completo

Da el paso hoy. Tu mejor versión como deportista empieza con la decisión de entrenar bien.

3. Aprendizaje Motor: el factor olvidado

Este es el gran secreto que casi nadie te dice. Puedes saber exactamente cómo debes moverte… y aun así no lograr hacerlo. ¿Por qué? Porque tu cuerpo necesita aprender el gesto deportivo. Repetirlo, fallar, corregir y repetir de nuevo hasta que el patrón se automatice. Solo así podrás explotar tu velocidad en cada sprint, salto o cambio de dirección.

¿Cómo llevarlo a la práctica?

Mi trabajo como preparador físico es ayudarte a detectar qué está frenando tu velocidad y diseñar un plan de entrenamiento adaptado a ti. No existen atajos ni fórmulas mágicas: hablamos de ciencia aplicada al deporte, con un enfoque claro en velocidad, potencia y control de movimiento.

Tu cuerpo tiene un margen enorme de mejora. Lo único que necesitas es el enfoque correcto para desbloquearlo.